La transición al aprendizaje por proyectos
La Ley de Educación LOMLOE introduce la dedicación de un tiempo lectivo, tanto en Primaria como en Secundaria, "a la realización de proyectos significativos para el alumnado y a la resolución colaborativa de problemas" (Ley Orgánica 3/2020, 30 de diciembre, 2020), que se suele traducir por aplicar las metodologías de Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) y de Aprendizaje Basado en Problemas (ABP).
Ambas metodologías se confunden a menudo (incluso suelen compartir las siglas -ABP-) o se consideran muy innovadoras, aunque William Heard Kilpatrick fue el precursor del Método de Proyectos en 1918 y Howard Barrows y Robyn Tamblyn lo fueron del Aprendizaje Basado en Problemas en 1980. Tampoco son las únicas herramientas para promover la colaboración, el aprender haciendo o el lidiar con la complejidad (por ejemplo, el Aprendizaje Basado en Retos -ABR-).
En cualquier caso, aplicar estas metodologías no está exento de una dificultad didáctica, si no existe una experiencia previa o si no se analizan bien las circunstancias en las que ofrecen mejores resultados.
Autores como Gunter L. Huber y Pedro García en la Didáctica de Medina y Domínguez (2015), conscientes de la poca probabilidad de que grupos de principiantes (profesorado o alumnado) se desenvuelvan bien en los ABP, proponen un par de métodos entre los denominados de Enseñanza y Aprendizaje Mutuos (EAM) destacados por su flexibilidad en entornos educativos tradicionales: el puzzle en parejas y el discurso de problemas.
El puzzle en parejas: Es una versión sencilla del puzzle de Aronson en la que dos grupos de dos estudiantes se intercambian en tres fases: 1. Adquirir conocimiento (se transforman en expertos y expertas con ayuda de fichas), 2. Enseñar a la otra persona (se intercambian y comparten el material) y 3. Elaborar el conocimiento (resuelven las tareas con la observación y corrección mutua).
El discurso de problemas: Se trabajan las destrezas para preguntar y explicar en grupos formados por tres personas, con la ayuda de tarjetas con preguntas adecuadas para cada fase: 1. Planificación (naturaleza del problema y plan) , 2. Realización y control (cómo se va cumpliendo el plan) y 3. Evaluación y reflexión (qué está funcionando). El recorrido por las fases se va repitiendo.
Referencias
- Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación. Boletín Oficial del Estado, 340, de 30 de diciembre de 2020. https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2020-17264.
- Huber, G. L. y García González, P. (2015). El aprendizaje transversal integrado e intercultural y los métodos de enseñanza para el aprendizaje adaptado a la complejidad. A. Medina y M.C. Domínguez (Coord.), Didáctica: Formación básica para los profesionales de la educación (nº ed. 2, pp. 119.163.). Editorial Universitas.
Bibliografía
- Huber, G. L. y García González, P. (2015) Métodos de Enseñanza y Aprendizaje Mutuos (EAM)
- Lafuente Martínez, M. (2023). ¿Cómo podemos fomentar de manera efectiva un aprendizaje basado en proyectos? FECYTedu. https://www.fecyt.es/es/FECYTedu/como-podemos-fomentar-de-manera-efectiva-un-aprendizaje-basado-en-proyectos